29 octubre 2007

Del poder

Cuando leí el reportaje-análisis que hace unos días ofrecía el diario Las Provincias acerca de las crisis (what crisis?) del PSOE de Torrent, no pude dejar de evocar la célebre pintura goyesca de inspiración mitológica titulada Saturno devorando a sus hijos. Vaya por delante que me baso exclusivamente en esa información. Me fío en la medida en que ha sido difundida por un periódico serio, y, en general, riguroso. Pero no tengo más datos de momento.

El análisis de Las Provincias presenta el escenario desde el principio como una disputa entre Ros y Bresó. "La lucha fratricida del PSPV", titula, de hecho. Aunque, más que entre hermanos, y a tenor de los protagonistas, la "batalla" se asimila más bien a la de un padre (Ros) contra el hijo (Bresó) que pugnan por el dominio del partido.

Según anuncia el referido diario, el resultado de la próxima asamblea que elegirá al secretario general está ya decantado a favor del primero, ya que Bresó y sus alianzas (los ciscaristas, vivir para ver) no gozan de suficiente peso específico como para derrocar las preferencias de Jesús Ros.

Parece cantado por tanto que Josep Veiga continuará al frente de la secretaría general socialista de Torrent tras el seísmo (de escasa magnitud, a lo que se ve) que sacudió la agrupación escasos días atrás. Hasta aquí, más o menos resumida, la noticia leída.

Ahora la reflexión. En todos los partidos y en todas partes (quiero decir que no me ciño exclusivamente al PSOE de Torrent) parece que rige un principio: todo aquel que ha disfrutado de grandes dosis de poder, cuando por fin lo abandona tiende sin embargo a seguir manteniendo un tutelaje sobre la persona que él mismo designo para sucederle. E incluso procura que los éxitos del ungido no sobrepasen los que él alcanzó.

Hace algunos años fui testigo de como se tornaba hosco el semblante de un conocido ex alcalde de una localidad cercana a Torrent, e incluso me atrevería a decir que adquiría tintes de irritación, la noche electoral que conocía que su delfina (pues era mujer) superaba en dos el número de concejales que él había logrado cosechar en los comicios de hacía cuatro años. La sucesora había sido designada por él casi a dedo. Lo lógico, pues, era que bailara con un pie, en tanto el éxito de la nueva alcaldesa era, en buena medida, mérito suyo. Pues no señor. Una comezón difícil de explicar le desasosegaba. Bien estaba que la otra ganara, pero ¿que le superara? El sapo era demasiado indigesto.

Quizá sólo desde esa complicada óptica se puedan explicar las generalmente enrarecidas relaciones que sostienen los hombres que lo han sido todo con los que le han seguido. A nadie nos resulta difícil poner nombres en todos los ámbitos.Y es que Saturno, volviendo al cuadro que me vino a la mente al leer la información periodística, se resiste a caer destronado, aunque para ello tenga que desgarrar el cuerpo de uno de los suyos.

2 comentarios:

Ramón Pacheco dijo...

Estimado Arnal: Como bien dices el apunte de Las Provincias (diario serio, sin duda) por ser interesado y de parte, está muy alejado de la realidad (que te voy yo a contar de las artes taimadas a las que tienen que recurrir aquellos que no cuentan con la razón ó sólo con parte de ella).
Respecto al análisis mientras que Saturno engulla a sus hijos, primos o hermanos, sin problemas, lo malo es si termina engullendo al partido (poco probable, pero posible).
Estoy preocupado porque nadie se ha dado cuenta de lo que está pasando y sin tener conciencia de ello resulta dificil que aparezcan soluciones. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Estoy deacuerdo.
Me llamo Encarna Redón, no me ha apadrinado nadie y mi pequeña aportación amigo Arnal a tu blog es que deberias preguntar mi versión,y en ella te diria que mi partido puede estar orgulloso de la gestión que ha hecho durante los 28 años que ha gobernado (todo es mejorable) pero claro está que nos hemos de plantear que hay nuevos tiempos en la esfera mundial, y entre ellos estan los de Torrent. Esto amigo Arnal, no es una lucha de dos, sino un conjunto de personas que consideran deben hacer que haya más democracia si cabe en el seno de nuestro partido. Las ideas si se convierten en planes de actiación encaminados a una propuesta electoral buena deben de ser multidisciplicares y sobre todo deben contar con la opinión de una mayoria . Un saludo y mi más sincera disposición a contarte lo sucedido.