17 octubre 2007

Qué hay de nuevo

Dejábamos ayer (quien dice ayer, dice junio) Torrent con una nueva alcaldesa, María José Catalá, recién proclamada; un nuevo partido, el PP, aupado en las urnas al gobierno local; y, consecuencia lógica, tampoco hay que estudiar en Salamanca, una bancada de la oposición ocupada en su gran mayoría (todos menos Sento, del Bloc) por los que hasta anteayer gestionaban los designios de la ciudad. O sea, los socialistas.

Desde entonces y a grandes rasgos se han producido algunos importantes cambios: José Bresó, ex alcalde y candidato del PSOE que fue en las pasadas elecciones, renunció hace unas semanas, tal y como había comunicado, a la primera línea de actividad política. Josep Veiga le sustituye desde entonces como portavoz del Grupo Socialista. Personalmente aplaudo esta incorporación. Veiga me parece un tipo culto, honrado, mesurado y, sobre todo, con sentido común. Además, como valor añadido, posee su relativa “novatez”, que no inexperiencia, en el cargo de concejal (si no me equivoco esta será su segunda legislatura), lo que le aleja de los posibles vicios del pasado. Savia nueva y posibles nuevas ideas, en definitiva. El tiempo lo dirá.

Enfrente tienen al nuevo equipo de gobierno popular. Un grupo de personas inexpertas en la gestión del poder municipal al que acceden por primera vez (sus siglas y ellos) en sustitución del partido que había disfrutado de la alcaldía durante 28 años seguidos. Habrá que concederles –al menos yo así lo haré- un cierto tiempo de margen para que demuestren el rumbo que son capaces de imprimirle a la ciudad.

Por lo leído en diferentes medios electrónicos han metido la pezuña en ciertos asuntos: algunos de más envergadura, como el revuelo fallero que se montó tras la destitución del presidente de la JLF o las formas (que no el fondo) de cesar a los cargos de confianza del anterior gobierno; otros, exagerados por la oposición, como los ya célebres pantones con los colores de la ciudad (ha sido como un cursillo acelerado de Photoshop ya que todo vecino medianamente informado sabe ahora lo que es un pantone); y otras decisiones, por último, sobre las que siempre flotará la duda de si constituyeron realmente un error o, simplemente, una ausencia de pasteleo. Me refiero, por ejemplo, al pleno de los concejales con dedicación exclusiva y asesores, que tanta letra y declaración rimbombante provocó. Si la alcaldesa hubiera concedido el número de liberados y asesores que los socialistas pretendían, ¿se hubiera montado semejante follón? Lo malo es que a toro pasado ninguna respuesta convence. Cada cual que extraiga sus conclusiones.

Entonces, ¿cómo está el patio? Según los apocalípticos, hecho unos zorros. Claro, que estos apocalípticos no son, ni más ni menos, que los que disfrutaban hace dos días de las prebendas del poder y sus satélites. Sin ánimo de echar por tierra todos sus argumentos, su reacción debe ser contextualizada. Incluso en ocasiones, comprendida. Lo que cuesta de creer, con permiso, es que todo lo que ayer, según ellos, era modélico, hoy, cuatro meses despues (agosto mediante) presagie hecatombe. También por ellos mismos, of course. ¿Cómo era aquello de la corrida según le va a cada cual?

En cuanto a los integrantes del nuevo poder local creo que la palabra que mejor los define es “cautela”. Saben que les ha caído como llovido (sí, me mantengo en los argumentos de antaño) un gobierno que no esperaban y están intentando hacerse con las riendas. No debe de ser misión fácil . Ahora, a cumplir.

Bueno, menudo ladrillo os he colocado para ser éste el primer post. He intentando que sea el encuadre, un punto de partida para posteriores comentarios que intentarán aterrizar sobre aspectos concretos de lo que me llega a través de la pantalla, aquí en la distancia. Estamos en contacto. Me alegro, de verdad, de volveros a saludar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro que estés otra ves en activo. Ya veo que has empezado fuerte, artículo por día.
marineta by nocilla

Anónimo dijo...

Acabo de leer tu comentario sobre Pepe Veiga. Lo comparto, pero hoy domingo ya sabemos el espectáculo protagonizado en la Asamblea Local del PSOE y cómo han intentado acabar con él. Lo pagarán.
La VIEJA GUARDIA no quiere perder su poder. No comprenden que ellos son el pasado, que su presencia en las próximas listas del PSOE supondrá un fracaso anunciado y que su papel está en asesorar y ayudar, si se lo piden, a los nuevos que dirijan el PSOE.
El PSOE también tiene militantes que en su momento tuvieron responsabilidades de gobierno, que dejaron de tenerlas por algunos "tejemanejes" y que pudieran volver.